El primero terminado de construir una carrera de Salón de la Fama en la NBA con la cereza en el bizcocho del trofeo de campeón de la temporada pasada con los Celtics de Boston.
Desde el 2012, los nombres de Al Horford y de la selección dominicana de baloncesto se han mantenido separados.
Sin embargo, el éxito les ha sonreído.
El primero terminado de construir una carrera de Salón de la Fama en la NBA con la cereza en el bizcocho del trofeo de campeón de la temporada pasada con los Celtics de Boston.
El equipo dominicano ha logrado clasificar para tres Copas del Mundo en forma seguida, superando la primera ronda en cada una y terminando invicta en la más reciente (2023).
Pero los fanáticos y seguidores del deporte han extrañado la presencia de Horford en el combinado tricolor que estuvieron “matrimoniados” entre 2008 y 2012.
“Con la responsabilidad con los Celtics, mi familia con cinco hijos, lo que conlleva en tiempo, jugar temporadas largas, jornadas fuertes no es algo para lo que tengo espacio ahora mismo”, declaró el jugador en conservación con Deportes de LISTÍN DIARIO.
Mas dejó para más adelante ofrecer otros detalles con relación a su alejamiento de la llamada “selección del pueblo”.
“En algún punto hablaré sobre esas cosas que la gente no alcanza a entender ni sabe, todo a su tiempo”, agrega mientras muestra su satisfacción por el tiempo que estuvo con el equipo dominicano.
Señala que fue un momento feliz y que lo hizo con mucho orgullo de representar a la República Dominicana. Recuerda que creció bien a su padre Tito preparándose junto a Grillo Vargas, Felipe López, Jaime Peterson, entre otros para el Preolímpico de 1995, una memoria que lo marcó desde niño.
“Le doy seguimiento y siempre deseo lo mejor para la selección”, añadió Horford, quien dijo que mantiene contacto con Eloy Vargas y con Chris Duarte, ya que no conocen a la mayoría de los muchachos que forman el combinado en estos momentos.
En 2013 luego de alcanzar la clasificación al Mundial del 2014, el capitán de la selección Jack Michael Martínez criticó la ausencia de Horford con la expresión de que “el que no está no hace falta”.
Las máximas autoridades del baloncesto superior no se refirieron, de manera oficial, a estas declaraciones.
Años después durante unas clínicas en el país, Horford admitió que sintió que se le faltó el respeto con esas críticas y recordó que se estuvo recuperando durante ese verano de un segundo desgarro pectoral.
Con la selección
Horford estuvo en cinco torneos con el equipo nacional: dos centrobasket (2008 y 2012), Premundial (2009), Preolímpico (2011) y Repechaje (2012). Logró medalla de bronce en 2008 y 2011 y el oro en el Centrobasket del 2012 en Puerto Rico.
Promedió doble-dobles en el Centrobasket del oro con 17.2 puntos, 10 rebotes y 3.2 asistencias y en el 2009 con 14 tantos y 10.3 rebotes. Estuvo cerca de completarlo en el Repechaje del 2012 (18 ppj, 9.4 rpj), en 2011 (19 ppj, 9.2 rpj) y 2008 (14.4 ppj, 9.8 rpj).
Evolución de su juego
En medio de su carrera en la NBA, el juego de baloncesto en esa liga evolucionó de tal manera que Horford se dio cuenta que para asegurar su permanencia como un jugador relevante también tenía que evolucionar.
“Es increíble lo rápido que ha cambiado la liga. Es un reto grande cuando te identificas con un tipo de juego y tienes que cambiarlo totalmente para ser relevante”, explicó el cinco veces All-Star.
Añade que tuvo que aprender a encestar de tres puntos ya estando en la liga y que los hombres altos que entran ahora ya tienen ese recurso incorporado a su arsenal.
“Ha sido en base a un gran trabajo y esfuerzo que he podido ajustar y cambiar mi juego para seguir siendo útil y ayudar a mi equipo a ganar”, dijo el primer latinoamericano campeón tanto en la NBA como en la NCAA.
Advirtió que el nivel de atleticismo y talento sigue creciendo cada día en la NBA y que para los veteranos como él es importante estar preparados para los nuevos desafíos.