Un descenso de la temperatura y un incremento de la humedad podrían ayudar a frenar el incendio Park, el más grande este año en California.
Miles de bomberos que combatían un incendio en el norte de California recibieron algo de ayuda del tiempo horas después de que el fuego creciera de forma repentina, hasta calcinar una zona más grande que Los Ángeles.
Era uno de los incendios activos en el oeste de Estados Unidos y Canadá, avivados por el viento y el calor.
Un descenso de la temperatura y un incremento de la humedad podrían ayudar a frenar el incendio Park, el más grande este año en California.
Su intensidad y dramático crecimiento hicieron que los responsables de bomberos hicieran comparaciones poco halagüeñas con el monstruoso incendio Camp, que se salió del control en la cercana Paradise en 2018, mató a 85 personas y quemó 11,000 casas.
Paradise volvía a estar cerca de la zona de peligro el sábado. Toda la localidad estaba bajo alerta de evacuación, como otras poblaciones del condado Butte.
También se emitieron órdenes de evacuación en los condados Plumas, Tehama y Shasta.
Una alerta de evacuación pide a la gente que se prepare para marcharse y espere instrucciones, mientras que una orden de evacuación indica a la población que se marche de inmediato.
Se esperaba que las temperaturas fueran más bajas de la media para mediados de la semana que viene, aunque “eso no significa que los incendios existentes vayan a desaparecer”, dijo Mac Chenard, experto del Centro de Predicción del Servicio Meteorológico Nacional en College Park, Maryland.
Para el sábado, el incendio Park había consumido 1,416 kilómetros cuadrados (547 millas cuadradas) y destruido 134 estructuras desde que comenzó el miércoles, cuando según las autoridades un hombre empujó un auto en llamas a un barranco en Chico antes de huir.
El fuego estaba contenido en un 10% y avanzaba hacia el norte y el este cerca de Chico.
Casi 2,500 bomberos combatían las llamas con la asistencia de 16 helicópteros y numerosos aviones cisterna.
Jeremy Pierce, jefe de sección de Cal Fire, dijo que los bomberos estaban aprovechando el tiempo más fresco mientras durase.
“Hoy estamos teniendo mucho éxito”, señaló.
Susan Singleton y su esposo llenaron su camioneta con ropa, algo de comida y sus siete perros y se apresuraron a evacuar su casa esta semana en Cohasset, una localidad de unas 400 personas al noroeste de Chico. Después han sabido que su casa ardió.
“Todo lo demás que teníamos ardió, pero sacarlos, salir nosotros, era mi prioridad”, dijo Singleton el sábado ante su camioneta, mientras sus perros descansaban.
Todos han dormido en el auto ante un refugio de Cruz Roja en una iglesia que no admite animales, y Singleton, de 59 años, dijo que su siguiente objetivo era encontrar un lugar para que sus mascotas pudieran moverse.
“Tenemos que tener un sitio donde aterrizar y dejar de hacer esto, porque esto es lo que me está estresando”, dijo.
En total, más de 110 fuegos activos cubrían 7,250 kilómetros cuadrados (2,800 millas cuadradas) en Estados Unidos para el viernes, según el Centro Nacional Interagencias contra Incendios.
En el sur de California, un foco en el parque nacional Secuoya arrasó la comunidad de Havilah tras quemar más de 124 kilómetros cuadrados (48 millas cuadradas) en menos de tres días. La localidad de 250 habitantes estaba bajo orden de evacuación.
Los equipos también hacían progresos despacio en un sistema de incendios en el bosque nacional Plumas, cerca del límite entre California y Nevada, indicó la vocera del Servicio Forestal Adrienne Freeman.
Había un atasco de varias millas cerca de la frontera en la principal autopista que conecta Los Ángeles y Las Vegas.
Los mayores daños hasta ahora eran en el parque nacional Jasper de las Rocosas canadienses, donde 25,000 personas se vieron obligadas a huir y la población que da nombre al parque, considerado Patrimonio de la Humanidad, fue devastada con 358 de las 1,113 estructuras del pueblo destruidas.
El viernes por la noche en el este de Washington, los equipos dejaron de avanzar en un incendio cerca de Tyler que destruyó tres casas y cinco edificios anexos, según el Departamento de Washington de Recursos Naturales.
Dos fuegos en el este de Oregon, los de Durkee y Cow, quemaron unos 1,709 kilómetros cuadrados (unas 660 millas cuadradas).
Y en Idaho se perdieron casas, edificios anexos y un inmueble comercial en varias poblaciones, como Juliaetta, que fue evacuada el jueves.
Se estimaba que el grupo de fuegos designado como incendio Gwen abarcaba 106 kilómetros cuadrados (41 millas cuadradas) y no estaba contenido.