El 4 de septiembre del 2014 la historia del rock en español escribía un punto y aparte con la muerte del mítico músico argentino, a los 55 años de edad.
El 4 de septiembre del 2014 la historia del rock en español escribía un punto y aparte con la muerte del mítico artista argentino Gustavo Cerati a los 55 años de edad.
Este miércoles, a diez años de su desaparición física, el mundo lo recuerda como un visionario de la música que se aferró a una nueva corriente, abriendo paso al rock en español primero con Soda Stereo y luego en solitario.
En Cerati convergían tres ingenios que muy pocos artistas han mostrado: fue buen compositor, virtuoso guitarrista y mejor vocalista. Minucioso y detallista, de extrema calidad en su trabajo.
Cerati falleció en la clínica Alcla, en Argentina. A pesar de que muchos preveían el fatídico desenlace, nadie quería ver el día de su partida. Y es que el músico llevaba cuatro años en estado vegetativo como consecuencia de accidente cerebro vascular (ACV) que había sufrido el 15 de mayo de 2010, al terminar un concierto en Venezuela.
El artista argentino giraba con su concierto “Fuerza Natural”, la que había iniciado en diciembre del 2009 en Argentina, siguiendo por México, Chile, Perú, Uruguay, Estados Unidos, Colombia y Venezuela, en donde al terminar su concierto sufrió un ACV.
Al día siguiente Cerati fue operado por una severa inflamación cerebral.
En su segundo día en la clínica, perdió la conciencia y cayó en el coma que lo llevó a un estado irreversible.
Luego de conocerse el estado crítico del artista las crónicas de ese entonces repasaban cada momento que el conocido rockero había escenificado en el escenario.
“Allí, el 15 de mayo, salió una vez más, a tocar. Como siempre. Fue y volvió a repasar, con su banda, ese repertorio fantástico que había puesto a rodar medio año antes”, reseña uno de los medios de hace una década.
Aquí las últimas 14 canciones que interpretó: “Uno es así”, “Dos distancias”, “Tres armonizan”, “Cuatro ruedas”, “Más cinco es la magia”, “Seis antes de descansar”, “Siete colores” “Ocho mazos”, “Nube nueve”, “Diez conviene”, “Once, yo doce”, “vos trece” y “Paré de contar”.
Entonces un recorrido por los últimos años y momentos del artista fueron apareciendo como si se tratara de armar una crónica policial.
Se recordó que en 2006 Cerati había declarado que se había convertido en una “bomba de tiempo” luego de haber padecido una trombosis (se produce cuando se forma una coágulo de sangre en una vena de la pierna se interrumpe el flujo normal de sangre hacia el corazón).
El recuento de los días previos da cuenta que luego de su actuación en el Coliseo El Campín, en Bogotá, “Cerati consumió whisky, cocaína, y fumó varios cigarrillos, según algunos asistentes de una supuesta fiesta de excesos”, publicó el portal argentino Infobae.
Según informaciones del “El Estímulo”, Cerati llegó a Caracas el viernes 14 de mayo, cansado y afectado por la resaca.
Se quedó en su hotel recuperando energía, prefiriendo no salir a la calle. Sin embargo, al día siguiente, durante y después del concierto, mostró señales de malestar.
En medio de la presentación en Venezuela, Cerati manifestó sentirse congestionado y, hacia el final del recital, se le vio golpeando la parte trasera de su cabeza como si algo anduviera mal”.
Al finalizar el concierto, Cerati sufrió un accidente cerebrovascular y fue llevado al Centro Médico Docente La Trinidad. Un apagón en la zona complicó la atención médica inmediata.
VIDA VERTIGINOSA
La carrera de Gustavo Cerati inició en 1983, aunque desde los nueve años ya estudiaba guitarra, a los 12 conformó un trío.
Las influencias musicales de Cerati fueron King Crimson y The Beatles. También David Bowie, Pink Floyd, Led Zeppelin y Deep Purple.
Cerati y Soda Stereo (Zeta Bosio y Charly Alberti) firmaron un contrato con Sony Music en agosto de 1983 y en 1984 comenzaron la grabación de su primer LP “Soda Stereo”.
Si bien Soda tardó casi un año entero en salir de la sala de ensayos en la casa del padre de Charly Alberti, en 1984 pudieron grabar su primer disco.
Lo que siguió, como se sabe, fue vertiginoso, rompiendo récords de venta y convocatoria a nivel nacional y luego internacional.
Con Soda Stereo Cerati impulsó la expansión del rock latinoamericano durante las décadas de los 80 y 90, fusionando géneros y explorando sonidos innovadores.
Soda Stereo se despidió el 21 de septiembre de 1997 en el estadio River, en una serie de conciertos cuyo epílogo fue el “Gracias…totales”.
El grupo volvió diez años después a un reencuentro, en octubre de 2007, renovando sus éxitos a través de los aplausos y las masivas asistencias.
Como solista, su obra abarcó una amplia gama de estilos, desde el rock hasta la electrónica, demostrando su versatilidad y talento musical. Sus letras poéticas, cargadas de metáforas y referencias cultas, se complementaban con su maestría en la guitarra y en la composición musical.
El último disco que grabó Cerati, en solitario, fue titulado “Fuerza natural”, por el cual obtuvo tres premios Grammy en Estados Unidos y el premio Gardel de Oro en Argentina en 2011. Ganó cuatro Grammy latinos, tres premios MTV y un Gardel de Oro.
Su vida personal fue agitada. En los 80 estuvo casado con la diseñadora Belén Edwards. Tras un divorcio, tuvo dos hijos, Benito y Lisa, con la modelo chilena Cecilia Amenábar. También tuvo un vínculo con Déborah de Corral. ex pareja de Charly Alberti.
CERATI ANTE LOS DOMINICANOS
Tras la desaparición de Soda Stereo Gustavo Cerati visitó en dos ocasiones República Dominicana como cantante solista. La primera fue el 22 de noviembre de 2003, en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua. La segunda visita a la capital dominicana la realizó el 29 de abril de 2007, presentándose en el Estadio de Fútbol de Casa España.