El tiempo entre el infarto cardíaco y la atención médica que reciba el paciente sigue siendo vital y es lo que podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Así lo afirmaron ayer especialistas reunidos en el Congreso del Colegio Americano de Cardiología que se lleva a cabo en el país, donde se destacó que cada 30 minutos de retraso en el tratamiento del infarto, aumenta la mortalidad en un 7.5 por ciento y el tiempo para recibir tratamiento es de 90 minutos.
Indicaron que, aaunque en República Dominicana se han establecido algunas mejoras, aún se enfrentan retos que permitan tener una atención más oportuna para los pacientes que sufren ese tipo de eventos.
Durante el encuentro, que se lleva a cabo este fin de semana en Punta Cana, el ministro de Salud pública, Víctor Atallah, y médicos cardiólogos plantearon que las muertes por infartos siguen siendo la principal causa de muertes en enfermedad cardiovascular (ECV) e insistieron en que la atención oportuna y la intervención a tiempo es lo más importante.
“Pero estamos mejor. En la Red Nacional de Salud vamos a reducir a menos de dos horas el tiempo desde que se produce el síntoma, hasta recibir el tratamiento”, afirmó el ministro de Salud al hablar en el Congreso del Colegio Americano de Cardiología.
Dijo que se trabaja con los hospitales y el Sistema de Emergencias 911 para que, a través de una aplicación, el paciente sea recibido en el centro de salud y sea atendido de inmediato.