Sólo el 52.4 % de los hogares dominicanos cuentan con una instalación fija para ello.
El lavado de manos es esencial para la vida, porque detiene la propagación de gérmenes, bacterias y virus que pueden causar enfermedades graves, resalta el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al destacar los beneficios de esa práctica con motivo de celebrarse ayer el Día Mundial del Lavado de Manos.
En los servicios de salud, se estima que el lavado de manos antes y después de cada procedimiento o atención al paciente, evita infecciones asociadas a la atención en casi un 50 %, con lo que se contribuye a reducir la mortalidad.
Los estudios indican, además, que lavarse las manos con jabón puede reducir las enfermedades diarreicas en un 30%, disminuir las infecciones respiratorias agudas hasta en un 20% y jugar un papel fundamental en la reducción de la transmisión de patógenos, en brotes como el cólera, ébola, SARS, hepatitis y COVID-19.
También, proteger contra las infecciones asociadas a la atención sanitaria y limitar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos, contribuir a la reducción de las Enfermedades Tropicales Desatendidas, así como la disminución del absentismo escolar y la mejora del bienestar, la dignidad y la productividad.
El Día Mundial del Lavado de Manos está dirigido a reflexionar sobre la importancia de un gesto tan simple como lavarse las manos, destacando que con solo agua y jabón, se pueden prevenir enfermedades, reducir la desnutrición y mejorar la calidad de vida de millones de niños en todo el mundo. El lema de la conmemoración en este año es “¿Por qué siguen siendo importantes las manos limpias?”.
En un comunicado de prensa, Unicef destaca que se une a gobiernos, sociedad civil, empresas y entidades no lucrativas para celebrar el Día Mundial del Lavado de Manos, una jornada dedicada a aumentar la conciencia sobre la importancia de la higiene de manos y de fomentar un cambio duradero desde las políticas y los servicios, hasta la acción comunitaria.
Carlos Carrera, representante de Unicef en República Dominicana, destaca que al lavarse las manos con jabón en momentos críticos, como antes de comer y cocinar o después de usar el baño, se reduce de manera significativa el riesgo de infecciones respiratorias, diarreas y otras enfermedades transmisibles.
Esto no sólo protege la salud individual –destaca- sino que también contribuye a la salud pública, al prevenir brotes y reducir la resistencia a los antimicrobianos, mejorando la calidad de vida y salvando millones de vidas cada año.
El 52% de los hogares
Recuerda que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6.2, busca lograr el acceso universal a instalaciones básicas para el lavado de manos en el hogar.
Según los datos del informe de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR MICS 2019), efectuada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y Unicef, únicamente el 52.4% de los hogares en la nación dominicana cuenta con una instalación fija para lavarse las manos, mientras que el 14% usa una instalación móvil.
El 11.9% no tiene un lugar identificado para lavarse las manos. Asimismo, sólo el 59.8 % de los hogares tiene agua disponible en su instalación de lavado de manos, mientras que el 88.3 % tiene jabón o detergente.
Unicef indica que para garantizar una higiene de manos duradera y accesible para todos es fundamental que gobiernos, empresas, académicos y comunidades trabajen de manera coordinada en políticas públicas para el fomento de esta sana práctica, así como una mayor inversión en el desarrollo de infraestructuras en hogares, servicios de salud, educación y otros espacios públicos.
Unicef
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) es una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sede en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y desarrollo a niños y madres en países en desarrollo.
Originalmente fue creado en 1946 con el nombre Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia, para ayudar a los niños de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. En 1953, Unicef se convierte en organismo permanente dentro del sistema de la ONU, encargado de ayudar a los niños y a las familias y sus derechos.