Planteles paralizados. “Tenemos aquí centros de estudios que están paralizadas las obras… se quedó a medio construir”, manifestó María López, dirigente comunitaria de La Caleta.
La educación primaria y secundaria es un derecho que se ha convertido en preocupación para los residentes de La Caleta, quienes cuentan con pocos planteles educativos para la alta población estudiantil residente en el municipio que rebosa los recintos.
Esto se suma a la paralización de la construcción de escuelas, que han quedado en el olvido de los presupuestos anuales, cayendo en el deterioro de las edificaciones aun sin inaugurar y convirtiéndose en corrales propiciados por terceros para la crianza de animales.
Tal es el caso de la Escuela Espejo Anacaona, convertida en un criadero de chivos, vacas y gallinas, contrario a los estudiantes y profesores, que deberían ocupar las aulas del plantel compuesto por tres edificios.
Esta obra se encuentra construida casi en su totalidad, salvo que le hace falta el piso y demás mobiliarios como puertas y ventanas para concluir la construcción, así como la adecuación del exterior para recibir a los estudiantes.
Los tres edificios se encuentran bordeados de árboles, maleza y basura, así como de los animales que descansan sin preocupación en la construcción abandonada a su suerte.
Durante el encuentro “Listín en el Barrio”, organizado por la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (Codonbosco) y encabezado por el director del diario, Miguel Franjul, y el editor en jefe, Juan Eduardo Thomas, los representantes de las juntas de vecinos de la localidad clamaron por la terminación del centro, que aseveraron durante la gestión del actual gobierno de Luis Abinader, no se ha dado un picazo en la construcción.
“Tenemos aquí centros de estudios que están paralizadas las obras… se quedó a medio construir”, manifestó María López, una de las residentes del municipio.
La construcción está ubicada justo al final de la calle Duarte, en altos de Campo Lindo, próximo al cementerio que lleva el mismo nombre del sector y que según sus munícipes inició su construcción durante la gestión de Danilo Medina y con su salida del poder se abandonó la ejecución de la obra.
Declararon que cuentan con 22 planteles educativos, segmentados en 16 para el nivel primario y seis para el nivel secundario, razón por la que también han reclamado la construcción de un liceo en Valiente y una escuela básica en Monte Adentro y sus solicitudes no han sido atendidas.
“La construcción de un gran liceo de 24 o 30 aulas en esta área que la población ha ido creciendo… La construcción de una escuela espejo en la población de Monte Adentro”, manifestó Santos Carvajal, coordinador del Consejo de Desarrollo Comunitario de La Caleta (Codecoc).
Carvajal agregó que a pesar de que cuentan con una cantidad considerable de escuelas frente a otros municipios y distritos municipales, continúan quedando por debajo de la cantidad de estudiantes, quienes desbordan la capacidad de las escuelas existentes.
“A pesar de que nosotros éramos el distrito municipal con más escuelas, lamentablemente sigue siendo prioridad la educación, porque la educación primaria todas las escuelas están sobrepasadas de su nivel, todas y más con la inmigración, no solo de extranjeros, sino de otros pueblos que viven mudándose diariamente. De igual manera la educación secundaria también está repleta y de esos hay pocos centros”, dijo.
Escuela laboral
A estas peticiones se suma la de una escuela laboral en la que jóvenes y mujeres se preparen en oficios como tapicería y belleza y otras áreas técnicas como enfermería.
“Teníamos una escuela laboral en la cual dábamos cursos de costura, tapicería, de enfermería, de repostería, de belleza, uñas acrílicas, maquillaje y todas esas son cosas que no lo prepara el Infotep aquí porque deben tener centros con preparación e indumentaria que necesita para darlo. Pero tuvimos que dejar atrás esa escuela porque no teníamos los recursos para continuar”, sostuvo María López, coordinadora de la Asociación de Mujeres Buscando Progreso (Ambupro).
López manifestó que la escuela se puso en funcionamiento en marzo de 2022 y con el presupuesto participativo de ese año compraron los equipos requeridos, no obstante, debían pagar la mensualidad del local donde estaban ubicados y darle un aporte a los profesores, una secretaria y un seguridad que laboraban en el lugar.
Esto y el poco apoyo de instituciones del Estado para solventar el proyecto, provocó que cerraran en junio del año pasado luego de haber graduado dos promociones que superaban las 50 personas cada uno.