“Yo no pido nada en Navidad. Nada me devolverá a mi hijo”

Entre cenizas, escombros y un ambiente de desolación y tristeza, es como Royeel Saintil, padre de uno de los niños fallecidos en el incendio ocurrido el pasado miércoles en el barrio Villa Verde de Gurabo, en Santiago, pasará la Navidad.

Ese día, decenas de personas perdieran sus casas y todos sus ajuares en un siniestro que en pocos minutos cambió sus vidas.

“Yo no pido nada de Navidad, porque ya nada me devolverá a mi hijo”, es la frase con la que responde a reporteros de LISTÍN DIARIO, el hombre de nacionalidad haitiana, cuando le preguntaron cuál sería su deseo para esta fecha.

Mientras sostenía un vasito desechable de café en la mano derecha, un pan en la izquierda y un rostro decaído, Royeel, narraba el desgarrador momento en el que llegó a su casa y vio cómo el fuego se esparcía por todas las viviendas del barrio, mientras la suya se consumía con su hijo dentro.

La misma pregunta fue realizada a más personas, y la mayoría de respuestas coincidían en “que me ayuden a construir mi casita”, ya que para ellos, este sería su regalo de Navidad.

El apoyo social del Estado no ha hecho presencia en el lugar de la tragedia a cinco días de ocurrir el hecho en que murieron dos niños calcinados. Los dominicanos afectados han recibido asistencia en cuanto a comida y ropa por parte de los vecinos, mientras que los haitianos, solo han recibido ayuda de una congregación religiosa, cuya protagonista de la acción benéfica fue propiciada por una monja de nacionalidad haitiana.

Las llamas arrasaron con unas 40 viviendas, construidas mayormente de zinc y madera vieja, con una proximidad ventana con ventana, lo que contribuyó a la propagación rápida del incendio. También, resultaron afectadas otras casas, donde el fuego encontró material inflamable para su rápida propagacion.

Mostrando una fotografía con los bordes quemados de los 15 años de su hija, Brunilda Montesinos, de 48 años, narra en medio de los escombros tirados en el piso junto a los muebles que adornaban su hogar, que justamente el día de la tragedia había terminado de pintar su casa y que aunque en el momento sintió la vida destrozada por perder todo lo que tenía, agradece estar con vida.

“Mi deseo de Navidad sería encontrar una mano amiga, que por lo menos me ayude a reparar mi casita, porque no pudimos salvar nada”, expresó Montesinos,

Agradeció la solidaridad de los vecinos, de los bomberos y los miembros de la Defensa Civil que estuvieron en el lugar, asistiendo a las familias afectadas.

Sobre el incendio

Este se produjo pasada las 9 :00 de la noche del pasado miércoles en la calle 2 de Gurabo, dejó dos niños de nacionalidad haitiana fallecidos, uno de 2 años, un bebé de 7 meses, y al menos 120 personas sin hogar

Bomberos activos

El Cuerpo de Bomberos de Santiago llegó de inmediato a controlar el siniestro, y debido a la magnitud del hecho se necesitó la asistencia de los bomberos del municipio Jarabacoa, quienes tuvieron que maniobrar entre el río y el techo de otras casas, para poder sofocar el fuego, que de todos modos dejó a varias familias sin hogar.

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