Dirigentes comunitarios demandan la terminación urgente del edificio de ampliación por el que esperan desde hace seis años.
Cuatro o cinco camillas tienen los médicos del área de emergencia del hospital Padre Billini de la Zona Colonial, para atender entre 60 y 70 pacientes que acuden diariamente en busca de servicios de salud.
Eso provoca que la mayoría de los pacientes tengan que ser atendidos sentados en sillas, donde permanecen por horas y muchas veces por días para ser trasladados a una camilla o a una de las camas de las salas de ingreso.
Mientras eso ocurre, los dirigentes comunitarios ven con preocupación y mantienen un constante reclamo de que se termine el edificio de ampliación de la emergencia, cuya obra física luce avanzada, pero según afirman ellos, son trabajos que avanzan lentos y tienen más de un año paralizados.
De esas versiones Listín Diario espera las respuestas solicitadas hace dos días al Ministerio de Vivienda y Edificaciones, responsable de la obra, solicitadas a través del Departamento de Comunicaciones, quien la tramitó vía la Oficina de Libre Acceso a la Información, para lo cual la ley le otorga hasta 15 días.
Mucha preocupación por la obra paralizada
Ruth Gesualdo, presidenta del Consejo de Desarrollo Comunitario Ciudad Colonial, acompañada de otros dirigentes del organismo, entre ellos Luis Ramon Trejo, María Ortiz Wessin, Ángelo Félix Rosario y Carlos Cruz, narraron a Listín Diario las dificultades que enfrentan los pacientes para recibir servicios debido a la falta de espacio.
Aseguran que el hospital cuenta con personal humano y de salud eficientes, pero que la gran problemática es la falta de espacio en el área de emergencia, para cuya ampliación fue comprada una casa contigua, cuyos trabajos tienen ya seis años sin que se terminen.
Explican que por eso la gente tiene que recibir atenciones en el área de sala de espera y cuando se presentan pacientes de gravedad, que requieren ser intervenidos de emergencia, no hay posibilidades de hacerlo en esa área.
Gesualdo, hablando en nombre de la entidad, asegura que cada vez que pide explicación, lo que se le explica es que no hay presupuesto, por lo que a su juicio lo que hay es “dejadez, porque veo que hay dinero para todo, menos para terminar esa obra, sin tomar en cuenta que este hospital es el único en la región sur de la capital”.
Dijo que no es posible que esa obra esté solo a nivel de detalles para terminarse y no lo hacen.
Otra dificultad, explicó Gesualdo, quien tiene 27 años como dirigente comunitaria de la zona, es que con la remodelación a que fue sometido el hospital Padre Billini en el 2018, hubo una drástica reducción de camas, que pasaron de más de 100 a sólo 57 y que de 24 consultorios médicos, se dejaron sólo 14.
Una caja de fosforo
Ángel Mendoza, otros de los dirigentes comunitarios, comparó la emergencia del Padre Billini con una “caja de fosforo”, donde los pacientes tienen que estar apiñados por la falta de espacio y dijo que incluso la verja que pusieron para cubrir la construcción se cayó, poniendo en peligro a los transeúntes.
“Lo que nos duele es que hay dinero para todo, menos para terminar esa emergencia”, dijo.
Tras permanecer cerrado por varios años, el hospital Padre Billini mantiene abierto ya todos sus servicios y cuenta con equipos de avanzada tecnología.